No te precipites

En muchas ocasiones nos hemos topado con un grado de desesperación por trabajar. No digo que es bueno evitar el trabajo, para nada. Pero casi siempre llegan clientes que necesitan una palmada espiritual para darnos el visto bueno a un arte o a un presupuesto, por más creativo o económico que sea, cualquiera de los dos. No hemos esforzado por buscar ser aceptados por ese cliente específico y es entonces que caemos en el yerro de querer que ese consumidor vea nuestra obra aún antes de que él se decida. Yo he sido un desesperado, más cuando el trabajo que me piden es de algo que llama mi atención. Pero el objetivo de mi consejo es para fines de nuestro beneficio, pues casi la totalidad de los clientes, cuando nos ven muy entusiasmados con una idea, no entiendo de dóde sacan su decisión, sencillamente se muestran dudosos y optan por cancelar el trabajo. es por esa situación, que a mí me ha pasado ya, que les comparto la anécdota, para fines prácticos.

Cosas de Trabajo

Cuántas veces, nos dedicamos a realizar nuestro trabajo, poniendo nuestro mayor empeño, para que al final, venga un acompañante de nuestro cliente y nos diga, que lo que hemos hecho no es relevante o que cualquiera lo habría hecho. Por situaciones como esa, a las que todos hemos estado enfrentados en más de alguna ocasión, es que les dejo algunas recomendaciones para que no los cojan desprevenidos. Cuando uno está cansado del día de trabajo y solo quiere entregar y por supuesto, cobrar, lo que menos quiere es escuchar las necias palabras de alguien que ni te conoce ni tiene la menor idea de la realidad de lo que haces. Primero, relájate. Debes esperar cualquier cosa de la vida y por mucho que tengas conciencia de tus conocimientos y de la calidad de lo que haces, siempre logrará colarse uno que otro bruto y tratará de echar a perder tu cordura. Luego, cuando hables con tu cliente, haz de caso que llega solo. Tan solo porque es su esposa o una hija o su hijo quien lo acompaña, no es motivo para que le prestes atención. A ti te pidieron un servicio y es eso lo que entregas. Los comentarios de terceras personas no te interesan. Tercero, debes mostrarte indiferente ante el estado de ánimo de quien llega a recoger tu trabajo. Si le ves acalorado o molesto por el tráfico por el que acaba de pasar, no le demuestres empatía, limítate a explicarle lo que tengas que explicar, debes ser conciso y puntual. Por último, cuando cobres tu dinero y entregues tu trabajo, esfúmate de la presencia de tu cliente, tú ya has cumplido y no volverá a verte más. Si sigues mi recomendación, verás que es fácil mantener tu tranquilidad. Recuerda que si te alteras, tu mente se altera y tu trabajo también. Inténtalo.

Preséntate (entrada de muestra)

Esto es una entrada de muestra, originalmente publicada como parte de Blogging University. Regístrate en uno de nuestros diez programas y empieza tu blog con buen pie.

Hoy vas a publicar una entrada. No te preocupes por el aspecto de tu blog. Tampoco te preocupes si todavía no le has puesto un nombre o si todo esto te agobia un poco. Tan solo haz clic en el botón «Nueva entrada» y explícanos por qué estás aquí.

¿Por qué es necesario?

  • Porque proporciona contexto a los nuevos lectores. ¿A qué te dedicas? ¿Por qué deberían leer tu blog?
  • Porque te ayudará a concentrarte en tus propias ideas sobre tu blog y en lo que quieres hacer con él.

La entrada puede ser corta o larga, una introducción de tu vida o una declaración de los objetivos del blog, un manifiesto de cara al futuro o una breve descripción del tipo de cosas que pretendes publicar.

Te ofrecemos algunos consejos útiles para ayudarte a empezar:

  • ¿Por qué publicas tus entradas en lugar de escribir en un diario personal?
  • ¿Sobre qué temas crees que escribirás?
  • ¿Con quién te gustaría conectar a través de tu blog?
  • Si tu blog resulta ser un éxito a lo largo del próximo año, ¿qué objetivo te gustaría lograr?

No tienes por qué atarte a las decisiones que tomes ahora. Lo bueno de los blogs es que evolucionan constantemente a medida que aprendemos nuevas cosas, crecemos e interactuamos los unos con los otros. Pero está bien saber dónde y por qué empezaste, y plasmar tus objetivos puede darte más ideas para las entradas que quieres publicar.

¿No sabes por dónde empezar? Tan solo escribe lo primero que se te ocurra. Anne Lamott, autora de un libro sobre cómo escribir que nos encanta, afirma que debemos permitirnos escribir un «primer borrador de mierda». Anne está en lo cierto: tan solo tienes que empezar a escribir, y ya te encargarás de editarlo más tarde.

Cuando todo esté listo para publicarse, asigna entre tres y cinco etiquetas a la entrada que describan el centro de atención de tu blog: escritura, fotografía, ficción, educación, comida, coches, películas, deportes… ¡Lo que sea! Estas etiquetas ayudarán a los usuarios interesados en tus temas a encontrarte en el Lector. Una de las etiquetas debe ser «zerotohero», para que los nuevos blogueros también puedan encontrarte.

Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar